martes, 9 de diciembre de 2014

RARO, RARO


En todos los ambientes del Planeta nos encontramos con animales, vegetales o microorganismos que son muy abundantes incluso que dominan una zona, mientras que otros son mucho más difíciles de encontrar, los llamados "raros". La mayoría de las ocasiones están formadas por un individuo o como mucho dos, y suponen la anécdota de la semana para los investigadores porque no encuentran todos los días.

Hasta hace poco tiempo no se les consideraba importantes a estas especies por sus bajas abundancias y su escasa representatividad en los muestreos, pero en los últimos años se ha descubierto que las funciones que realizan han pasado desapercibidas por nosotros y que la presencia o no de esos pocos individuos puede ser de gran importancia para todo el ecosistema. En los arrecifes coralinos se ha encontrado que la mayoría de las especies consideradas raras realizan funciones que proporcionan más protección al ecosistema, es decir, que sin ellas se volverían más vulnerables a los cambios.

Pero esto no se limita únicamente a los arrecifes de coral, también se ha comprobado que estas especies juegan un papel fundamental en ecosistemas tan dispares como los ecosistemas alpinos o los bosques tropicales. La desaparición de estos ejemplares “raros” haría que estos lugares pudieran llegar a desaparecer al perder parte de su funcionalidad que es realizada por estas especies.

A partir de ahora los estudios de diversidad están considerando la “función” que realizan las especies dentro de los ecosistemas. La pérdida de una función, como la absorción de nutrientes, predación de herbívoros, etc., es de gran importancia para su viabilidad, en especial, si es llevada a cabo únicamente por un animal, vegetal o microorganismo compuesto por 1 ó 2 individuos.
Es decir, que RARO no quiere decir MENOS importante…


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