Según el libro, la cueva de Alí Babá era terrestre y no se encontraba en el mar, era grande porque llegaba a albergar a cuarenta ladrones, existía un tesoro en su interior, y también era mágica porque se abría y cerraba pronunciando unas palabras. Es una lástima que no se detalle con exactitud en este cuento cómo era la cueva, pero de lo que estamos seguros es de que no se encontraba inundada por agua marina. ¿Conocen algún cuento que se desarrolle en una cueva marina?
Todo el mundo puede citar de memoria varias cuevas terrestres que existen en el archipiélago. Por ejemplo, la Cueva de Los Verdes en Lanzarote, la Cueva del Viento en Tenerife o la Cueva de Don Justo en El Hierro, por nombrar algunas, aunque en cada una de las islas encontramos varias cavidades que constituyen una atracción turística o bien han sido de especial relevancia en la historia de nuestras Islas.
Sin embargo, ¿Cuántos de nosotros seríamos capaces de nombrar 2 ó 3 cuevas marinas, es decir, completamente anegadas de agua? Más de uno citaría a Los Jameos del Agua, con una parte emergida, ¿alguna más? Algún amante del buceo o de la vida marina recordaría la Cueva de Los Cerebros en Tenerife, por ejemplo, y nuestra primera impresión es que existen pocas cuevas marinas en Canarias. Sin embargo, nos podemos encontrar con multitud de cavidades y cuevas submarinas, esparcidas por todas las islas, como son, la Cueva de La Catedral en Lanzarote, la Cueva de los Camarones en Tenerife o la Cueva del Diablo en El Hierro.
Las cuevas están colonizadas principalmente por organismos que no dependen de la luz solar para su supervivencia, como la mayoría de las algas, destacando las esponjas, ascidias, briozoos, anémonas, etc… Las comunidades biológicas que se encuentran adaptadas a vivir en condiciones de baja luminosidad reciben el nombre de esciáfilas y son diferentes a aquellas que nos encontramos en ambientes fotófilos, que necesitan mucha luz para sobrevivir.
Lo más sorprendente de la vida en el interior de las cuevas radica en los detalles, acérquense con cuidado a las esponjas y corales que tapizan las paredes y techos, y observarán animales que habían pasado desapercibidos porque se mimetizan a la perfección con el medio que les rodeo. Podremos encontrar pequeñas gambas, cangrejos, gusanos, etc. que se han acostumbrado a vivir en estas condiciones y todavía muchos de ellos son desconocidos para nosotros. Las cuevas constituyen uno de los ambientes más diversos en el medio marino, pero también son muy frágiles y su grado de deterioro es muy acusado si se encuentran afectados por filtraciones de aguas o vertidos, resuspensión continua del sedimento que existe en el fondo de muchas cuevas, las burbujas de los buceadores que se acumulan en el techo y también por la avaricia de algunos, ávidos por llevarse algún recuerdo de su visita a la cueva.
La Directiva Europea de Hábitats protege estos ambientes y los cataloga como “hábitats prioritarios”, con el fin de preservar la riqueza biológica que se encuentra en ellos. Muchas de ellas podrían competir con la Cueva de Alí Babá por los tesoros que guardan en su interior, ¿no creen?
¿Saben que existen una esponja llamada “cerebro” que vive en cuevas marinas? ¿Cómo son los animales que viven en Los Jameos del Agua?
Esponja cerebro
Cueva de El Diablo (El Hierro) vista desde el mar
Jameos del Agua (Lanzarote)
Cueva de Los Cerebros (Tenerife)
El remípedo Speleonectes atlantida, descubierto en Los Jameos del Agua
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